martes, 23 de septiembre de 2008

Mi hijo es "Gay" Que hago?? (3° parte)

“Nuestra primera reacción fue decirle que lo amábamos y que nada había cambiado. Pero en realidad todo había cambiado. De pronto él era un extraño.


¿Por qué el o ella tuvo que decirnos?

Algún@s padres/madres sienten que hubieran sido más felices si no hubieran sabido. Empiezan a recordar los tiempos anteriores a que supieran como si en ell@s no hubieran habido problemas, olvidando la inexplicable y perturbarte distancia que a menudo sentían con su hij@ durante esos tiempos. Algunas veces tratamos de negar lo que está pasando, denegando lo que estamos oyendo (“Es solamente una fase; ya se te pasará”); rechazándolo (Si escoges ese estilo de vida, no quiero saber nada de ello”); o no registrando el impacto de lo que se nos está diciendo (“Esta bien, querid@, y ¿qué quieres de comida?”). Todas estas son reacciones naturales. Si usted no sabía sobre la sexualidad de su hij@, usted no lo conocía realmente. Una gran parte de su vida sería un secreto para usted, y nunca conocería a la persona completa. Es importante aceptar y entender la sexualidad de su hij@ porque la homosexualidad no es una fase. Mientras que la persona puede experimentar por algún tiempo con su sexualidad, quien ha llegado al punto de decirle a un padre/madre que él o ella es homosexual, no es usualmente una persona que está pasando por una fase. Generalmente él o ella lo han pensado duro y bastante para comprender y reconocer su orientación sexual o su identidad de género. Si usted se está imaginando “¿Estará segur@?”, la respuesta es casi ciertamente positiva. El decirle a un@ madre/padre que él o ella piensa que es homosexual envuelve el sobrepasar muchos clichés negativos y tomar muchos riesgos, para que alguien tome ese paso a la ligera o prematuramente. El hecho de que su hij@ le han contado, es un signo de su cariño y de la necesidad de su apoyo y su comprensión. Ha tenido que tomar el suficiente valor para decirlo. Y demuestra un deseo muy fuerte de una abierta y honesta relación con usted; una relación en la que usted puede querer a su hij@ por lo que él o ella es, en vez de por lo que usted quiere que él o ella sea. “Desde que mi hija nos contó que era lesbiana, nos hemos hecho más cercanas.”





¿Por qué el o ella no nos lo dijo antes?

Algo que puede ser difícil de aceptar para usted es el reconocer que su hij@ ha estado pensando duramente sobre esto por meses, aún años, y apenas le está contando ahora. Es fácil tomar esto como una falta de confianza, falta de amor o un reflejo de su forma de ser como madre/padre. Y es doloroso darse cuenta de que usted no conoce a su hij@ tan bien como pensaba, y que usted ha sido excluid@ de parte de su vida. Hasta cierto punto esto es cierto en todas las relaciones maternales o paternales, ya sea que su hij@ sea homosexual o heterosexual. Hay una separación necesaria entre los padres/madres e hij@s a medida que se convierte en adult@. Su hij@ llegará a conclusiones a las que usted no hubiera llegado, y lo hará sin consultarle. Pero en este caso es particularmente duro por que la conclusión a la que su hij@ ha llegado es tan importante y en muchos casos tan inesperada y por que usted no ha sido tomado en cuenta en su proceso mental por un período largo de tiempo. Las personas homosexuales han podido dejar en espera a sus madres/padres por el mayor tiempo posible, porque les ha tomado a ell@s bastante tiempo para descifrar lo que ell@s mism@s están sintiendo. En otras palabras, l@s hij@s homosexuales pueden a menudo darse cuenta a una temprana edad que se sienten “diferentes” pero pueden pasar años antes de que le puedan dar un nombre a eso. Como todavía vivimos en una sociedad que no entiende o les tiene pavor a las personas homosexuales, les toma tiempo a ell@s mism@s reconocer su sexualidad. L@s mism@s homosexuales han a menudo interiorizado odio a sí mism@s o inseguridad sobre su identidad sexual. Para él puede tomar tiempo el pensar plenamente y tomar el valor para decirle a un@ madre/padre que es homosexual. Aunque usted sienta que su relación con su hij@ era buena, tal que el o ella debería saber que le podría contar cualquier cosa, todo en el tratamiento de la homosexualidad por nuestra cultura indica “no preguntes, no lo digas”. Por lo tanto, aunque usted pueda sentirse mal por no haber podido ayudarl@ a el o ella, o si usted hubiera estado involucrado antes, debe entender que su hij@ probablemente no hubiera podido contarle con más anticipación. Lo más importante es que el hacerlo ahora es una invitación para una relación más abierta y honesta.